TRANSFORMACIONES
El teatro ha sido un develador constante de lo humano en mí, desde mi afianzamiento como homosexual hasta críticas y posiciones fuertes en torno al mismo arte. En el aprender de todas las escuelas, maestros, grupos, la búsqueda siempre, intencional e inconsientemente, ha estado encaminada hacia entenderme yo como sujeto sensible y racional. Las obras en las que participado son, en defitiva, preguntas, que muchas veces no se respondenden, pero si producen movilizaciones en la manera de pensar, de actuar, de proceder, a nivel de las relaciones interpersonales con los demás seres sociales, como con el quehacer mismo. En ese mismo estado develador puedo decir que también he navegado entre la duda del hacer profesional, una duda que al enseñanza recibida, a mi pareer, ha evidado. El actor o Docente de teatro, en el medio real, si bien ha tenido más apoyo en la última década, sigue estando desprovisto de oportunidades claras y concretas, en ese sentido el aprender aun tiene que construirse más, un aprender que fortalezca horizontes de proyección y sostenibilidad teatral.
Los cambios siempre serán positivos. Incluso cuando abandoné la universidad, eso me produjo una nueva experiencia y un nuevo cambio en el hacer. Los logros no siempre estan materializados, hay obras, temporadas, dramaturgias, viajes a festivales naciones e internacionales, pero más allá de eso es logro mayor que encuentro es PERMANECER en el teatro desde el hacer y el aprender, no haber desertado, como ha pasado con muchos colegas. Ese es el logro principal que espero seguir conservando.