No por lograr una identificación plena de los funcionarios a nivel medio y superior responsables de instancias coordinadoras, con los fines estatales, se supera la crisis de interlocución Estado-sociedad; se tendría, eso sí, un aparato más eficaz, pero no necesariamente más legítimo ni sensible a las demandas sociales. De hecho, un aparato tecnocrático puede estar altamente identificado con los fines definidos en la cúpula estatal y ser impecablemente eficaz, pero también cabe la posibilidad de que esté totalmente desvinculado de la sociedad.