• Reorganizar la disposición de los pupitres para reducir la distancia entre el profesor y los alumnos.
• Mantener puertas y ventanas cerradas.
• Colocar cortinas.
• Utilizar alfombras en ciertas zonas, colocar manualidades con materiales absorbentes en las paredes: corcho, cartón corrugado, tapices... Todo ello evitará la reverberación del ruido.
• Prestar especial atención a la hora de elegir el mobiliario y el equipamiento del aula: colocar trozos de alfombra/pelotas de tenis en las patas de las sillas/mesas. Vigilar que el material escolar de uso permanente no sea ruidoso.
• Reducir el número de estudiantes por aula.
• Reducir el ruido por los desplazamientos calzado que no haga ruido al caminar, no utilizar estuches de lata…
• Incluimos una recomendación complementaria a lo acústico que son las condiciones de “luminosidad del aula”, dado que los alumnos con deficiencia auditiva utilizan de manera complementaria y/o compensatoria, la vista para acceder mejor a la información, por tanto, es necesario que el aula tenga una luz suficiente que le permita ver con nitidez la pizarra y la cara de quien habla.