Cuando Lonardi, nacionalista católico, es desplazado por el liberal Aramburu, por presiones tradicionalistas al no eliminar al peronismo de los sindicatos, y el propio estado de salud del primero (quien moriría meses después), comienzan las verdaderas reformas. Se endeuda a la nación y se desestructura el sistema productivo industrial (permitiendo movilidad laboral en las fábricas y presionando a los sindicatos), para volver a extraer beneficios de productos del agro, el cual, a pesar de todo, no se volvió más rentable.
Plan Prebisch: Incorporación al FMI, desmantelamiento del IAPI, deuda por 700 millones de dólares, fin del congelamiento de arrendamientos y del control fuerte sobre los precios. Devaluación alta del peso. Todo esto llevó a una redistribución del ingreso hacia los sectores dominantes.
Devaluación como recurso propio de la economía del stop and go. Al estancarse el agro, se tendía a la devaluación como forma de reacitvar periódicamente la economía y evitar una crisis de estancamiento de las importaciones necesarias para reproducir la producción.
Contracciones originadas por el freno de la economía permitían nuevos crecimientos, sentenciados a muerte desde el primer momento en el que vuelven a surgir. Ciclos ondulantes de crisis y recuperación que caracterizan a todo el período hasta 1976.