Los árboles genealógicos son útiles para estudiar la transmisión de un determinado carácter a lo largo de varias generaciones. También se emplean para predecir cómo se transmitirá ese carácter en el futuro.
El cromosoma X no solo lleva los genes que condicionan el sexo, sino otros que influyen sobre algunos caracteres hereditarios no relacionados con el mismo. Son caracteres ligados al sexo aquellos que están determinados por genes localizados en los cromosomas sexuales; son caracteres que aparecen en uno solo de los sexos, o bien, si lo hacen en ambos, con mayor frecuencia en uno de ellos.
En la especie humana el sistema de grupos sanguíneos AB0 es un caso de alelismo múltiple. Este sistema, según el cual las personas se clasifican en cuatro grupos o fenotipos (A, B, AB y 0), está controlado por tres alelos: IA, IB y I0. La pertenencia a uno u otro grupo sanguíneo viene dada por la presencia de un antígeno específico en la membrana de los eritrocitos, y por anticuerpos específicos en el plasma sanguíneo. Los alelos IA y IB determinan la producción de los antígenos A y B, respectivamente, y son codominantes; mientras que el alelo I0 no produce antígeno, y es recesivo frente a los otros dos.