En el Nuevo Testamento, la palabra profecía es usada tanto de un modo restringido como en sentido amplio y general. En sentido restringido sólo se aplica a un grupo específico de cristianos que son llamados profetas (He 21, 10-11; l Cor l2, 28-29), pero en su sentido general y amplio se aplica a todos los cristianos que son movidos por el espíritu, no importa quÉ dones del Espíritu ellos manifiesten (He 2, l7-18; l9, 6; Stgo 5, l0). en este sentido más general, podemos decir que la vida espiritual es siempre una vida profÉtica, que en la Biblia la vida en el Espíritu es una vida vivida de acuerdo con el espíritu de los profetas: “Ustedes son herederos de los profetas” (He 3, 25).