Para la construcción de la carrocería se utilizan corrientemente chapas de acero de diferentes calidades, ya que el acero presenta unas excelentes características mecánicas referentes a rigidez, resistencia, aptitud para el mecanizado, conformación plástica ademas de ser barato de obtener. Para mejorar sus propiedades, mecánicas o químicas, el acero constituye una buena base para obtener aleaciones especificas y admite diferentes tratamientos mecánicos o químicos. La composición química y el proceso termodinámico determinan gran parte de las características mecánicas de los aceros. Como ya sabemos el carbono es el elemento que confiere al acero dureza, aunque también se utilizan otros elementos como el silicio, manganeso o fósforo. Para fabricar aceros de alta resistencia se utilizan aleaciones con el cromo, titanio, niomio o boro.
Los espesores de chapa suelen oscilar entre 0,5 y 3mm, la parte principal la componen chapas de 0,8 a 1mm. Los espesores menores se utilizan en chapas de poca importancia estructural. En el sector del automóvil se utilizan diferentes tipos de chapas, hasta el punto de utilizar en distintos puntos de carrocería. Generalmente se distinguen dos tipos de chapas de acero: Las convencionales y las finas. Las primeras son de una calidad de acabado no definida. Por el contrario, la chapa fina posee muy buenas características de aptitud para la embutición, soldadura y operaciones de acabado. Atendiendo a grandes grupos de productos, los aceros para carrocerías se pueden dividir en:
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