Así queda establecido el origen del relato negro, tanto en su escuela inglesa como en la francesa, porque ambas siguen el patrón iniciado por Poe en EEUU y después por Conan Doyle en Inglaterra, con detectives de clase alta, superhéroes de la deducción y de casi todo. Pero la historia continua y no es demasiado colorida, sobre todo en EEUU, dónde se origina realmente lo que conocemos como novela negra pura y dura. Es, como la definió Raymond Chandler en su ensayo El simple arte de matar (1950), la novela del mundo profesional del crimen