El profeta Isaías nos dice también no es que no sepan; al contrario, saben, pero, en su necedad, decidieron seguir su propio pensar. No es una ceguera física; pueden ver, pero no quieren obedecer, eso en pocas palabras vendría a ser mucho peor, y para nuestro tiempo se podría concluir con la frase de : “ NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER”