El mensaje es captado por medio de la vista.
No hay retroalimentación del receptor del mensaje.
En general, el contenido del mensaje, se refiere a temas específicos.
Es duradero, se mantiene en un formato (libro, revista, etc.).
Puede se corregido las veces que sea necesario.
El lenguaje es formal.
Es creado independiente del contexto.
Presencia de recursos verbales: tipografía, títulos y subtítulos, signos de puntuación, organización de párrafos.
Utilización de vocabulario específico.
No es redundante, se entrega la información de una sola vez.
No hay repetición léxica muy evidente.
La información está bien estructurada y tiene un orden lógico.
Uso de oraciones más complejas y largas.
El orden de las oraciones es más rígido.
No hay omisiones. Las frases están
completas.
Reticencia a la utilización de modismos, interjecciones, muletillas, etc.
Neutralizar las marcas dialectales.
Entrega información referencial de parte del emisor.