Requiere de un texto impreso o manuscrito. Sólo pueden acceder a ella quienes saben leer y escribir. Se produce cuando lees un cuento, sigues las instrucciones que te entrega la pantalla del televisor, escribes un mensaje a tu compañero de banco, buscas un teléfono en la Guía, te informas de los nombres de las calles, descifras los enunciados de un volante, redactas una composición, entre muchas otras posibilidades.
Es menos expresivo y espontáneo y carece de gestos; por eso es más difícil expresar lo que queremos. Se puede usar un vocabulario más extenso y apropiado ya que da tiempo a pensar más y se puede corregir si nos equivocamos