Las atribuciones, en lugar de constituir verdaderas causas del éxito o el fracaso, suelen funcionar más como justificaciones o excusas. uno de los resultados más frecuentemente citados en la literatura sobre atribuciones causales es que, generalmente, los éxitos suelen atribuirse a causas internas y los fracasos a factores causales externos. Pues bien, esta tendencia generalizada es, según la teoría de la autovalía, una estrategia autodefensiva y autoprotectora del sentido de competencia y valía personal que se deriva de la aceptación de responsabilidades ante los éxitos (atribuyéndolos a causas internas) y de eludir o rechazar dichas responsabilidades ante los fracasos (atribuyéndolos a causas externas) con la única finalidad de mantener los mayores niveles posibles de autoestima.