El proceso de comunicación, como lo concibieron inicialmente Shannon y Weaver, puede analizarse en términos matemáticos, pero no desde un punto de vista determinístico, sino probabilístico, pues no toda señal emitida por la fuente de información recorre todo el proceso y llega intacta a su destino. La señal puede sufrir ampliaciones o desviaciones.
El proceso de comunicación es sistémico, porque cada etapa constituye un subsistema o una parte integral del conjunto. Esto significa que a comunicación es un proceso que recorre dos caminos: de la fuente o emisor al destino, y viceversa.