La necesidad amorosa es una necesidad deficitaria, es un vacío que hay que llenar. La persona sana, al no tener dicha deficiencia, no necesita recibir amor más que en dosis periódicas y pequeñas de mantenimiento, e incluso puede pasar sin él durante ciertos períodos de tiempo. Las personas más sanas, aquellas que han visto saciadas sus necesidades amorosas, muestra que, aunque tienen menos necesidad de recibir amor, están mucho más dispuesta a proporcionarlo. Son personas más amantes. El amor del ser, hay mínimo de ansia y hostilidad. Los amantes del Ser son más independientes el uno del otro, más autónomos, menos celosos o temerosos, menos necesitados, más individuales, más desinteresados, pero al mismo tiempo más ansiosos por ayudar al otro hacia su autorealización, más orgullosos de los triunfos del otro, más altruistas, generosos y alentadores. El amor del Ser hace posible la más verdadera y penetrante percepción del otro.