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La unción de los enfermos (Documentos eclesiásticos (Las declaraciones…
La unción de los enfermos
Fundamentos bíblicos
Mc 6,12s y Sant 5,14s. se entienden en el contexto de la dedicación de Jesús y de las primeras comunidades cristianas a los enfermos.
Lo que proponía Jesús era cumplir la voluntad del Padre
Jesús actuaba siempre en orden a la proclamación práctica del Reino de Dios, unida con la expulsión del Maligno y el perdón de los pecados
Eran acciones carismáticas, dotadas de simbolismo real
Se transmite el mensaje de la gran misericordia de Dios
Jesús dio a los doce una participación en su misión.
Utilizaron para ello la unción con aceites, remedio medicinal de uso generalizado en tiempos de Jesús.
Jesús práctico las curaciones mediante la imposición de manos
La oración ferviente del justo tiene mucho poder
Que se produzca o no, el efecto de la curación y del perdón es cosa que depende sólo de Dios.
La historia de la unción de los enfermos
Los textos más antiguos se refieren a oraciones para la bendición del aceite con que se ungía a los enfermos
Siglo III – el aceite adquiere una nueva eficacia, para que se pueda convertir en auxilio para el cuerpo y el alma.
Primer texto extralitúrgico fue el del papa Inocencio I, del año 416, se cita el pasaje de Santiago en conexión con la unción de los enfermos, según el cual los cristianos pueden usar el óleo del crisma preparado por los obispos “para ungirse en su propia necesidad o de la de los suyos”. Pero solo el obispo puede consagrar el óleo.
Siglo VIII al IX – se modificaron la teología y la praxis de la unción de los enfermos, que pasó a ser, junto con la penitencia y la eucaristía el sacramento de os moribundos.
Siglo XII – el Decretum Gratiani suprimió precisamente los pasajes referentes a los enfermos como receptores y a los fieles como administradores.
Siglo XIII - la unción recibía después de la reconciliación penitencia y antes del viatico.
Del siglo XIII al Vaticano II – se generalizo la práctica de administrarlos después de los otros dos
Siglo IX – se reservó a los sacerdotes su administración, el rito no era uniforme
Siglo XII – la teología escolástica acuño el término extrema unctio o “ultima unción” y se agregó a la lista final de siete sacramentos.
El sacramento tiene la concepción escatologizadora y espiritualizadora.
Documentos eclesiásticos
Las declaraciones doctrinales del magisterio de la Iglesia anteriores al concilio de Trento son escasas.
Las iglesias orientales admiten que la unción, unida a la oración es uno de los siete sacramentos instituidos por el Señor.
Los reformadores negaron la sacramentalidad de la unción de los enfermos
El concilio de Trento defendió su sacramentalidad, en 1551 aprobó y promulgó una doctrina sobre el sacramento de la extramaunción, en tres capítulos y cuatro cánones.
La doctrina insiste expresamente en que el momento en que debe recibirse la extramaunción es al final de la vida.
La oración representa la gracia del Espíritu Santo por la que invisiblemente e ungida el alma del enfermo.
Con esta doctrina, el concilio de Trento consiguió supera las posturas teológicas unilaterales.
Su propósito principal fue defender la institucionalización sacramental
La unción de los enfermos es ayuda espiritual concebida para el momento final de la vida.
Concilio Vaticano II, fija el momento oportuno para recibirla “cuando el cristiano ya empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez”
Se celebra en el siguiente orden: confesión, unción, eucaristía (viatico)
El nuevo Orden de 1970 para la consagración del óleo de los catecúmenos y los enfermos y del mismo cisma reserva al obispo la bendición de los oleos, en caso de auténtica necesidad también pueden bendecirlos los sacerdotes.
En la oración que acompaña a la bendición se enumeran los efectos de la unción, signo de misericordia divina que expulsa la enfermedad, el dolor y las tribulaciones y protección para la vida, el alma y el espíritu.
La unción simplificada se aplica en la frente y en las manos y se recita la oración “Por esta santa unción y por su bondadosa misericordia, te ayude el Señor con la gracia del Espíritu Santo. Amén. Para que libere tus pecados, te conceda la salvación y te conforte en la enfermedad. Amén”.
La unción debe administrarse en caso de enfermedad grave (intervención quirúrgica o vejez). Puede administrarse a varios enfermos comunitariamente. Puede repetirse ante una nueva enfermedad o empeoramiento de salud.
Se expresa que el sacramento es una liturgia y que la “formula” de los sacramentos es esencialmente oración de súplica, epíclesis del Espíritu Santo.
Alumna Mariana Aguirre Frías 141834
Materia
SACRAMENTOS
Prof. Juan Alcalá Miranda
REFERENCIAS
Vorgrimler, H. “Teología de los sacramentos”. Herder. Barcelona. Pp. 289-302.