El cristianismo no es una moral, sencillamente porque Cristo no fue un moralista. Su misión no ha sido elevar el actuar ético del hombre , como lo fue, por ejemplo, la filosofía de Sócrates o la predicación religiosa de Confucio o de Mahoma, Jesucristo no es el fundador de una nueva ética, ni el iniciador de un movimiento religioso moralizante.