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El paradigma clásico
El término lo acuño Duhm en 1892.
Hasta hace poco casi nadie ponía en duda la interdependencia literaria de esos textos respecto al Déutero-Is. Sólo por esto Duhm tiene un lugar en el santuario de la investigación del AT.
Su gran aporte fue el estudio de los géneros literarios y la Formgeschichte.
A comienzos del siglo acepto sin pestañear la teoría documental.
Publicó Shöpfung and Chaos en 1895.
En 1934 Humbert declaraba abiertamente que, con su método de convertir los amplios contextos en pequeños círculos de sagas, Gunkel era el responsable de la debacle de la teoría documental.
Noth se ocupó del estadio pre-literario de las tradiciones.
Von Rad participa del interés de Noth por las tradiciones del Pentateuco.
Tampoco ellos aplican los resultados de la teoría documental de una forma ortodoxa.
La nueva teoría tiene consecuencias fundamentales para la reconstrucción de la historia de Israel.
Decenio tras decenio, todo el mundo ha usado, sin más, las siglas J, E, P, dando por sentado su naturaleza y antigüedad. Y no dejaba de ser pura hipótesis.
La hipótesis fue comúnmente aceptada y se convirtió en teoría.
El momento actual
Prueba del cambio operado es el debate actual sobre la pregunta: ¿es posible escribir una historia de Israel sin remitirse a la Biblia hebrea?
Se trata de sólo una cuestión terminológica.
Oscuridad del periodo postexílico