La adquisición de valores, el aprendizaje de los instrumentos culturales fundamentales, como la lectura o los conceptos matemáticos, el descubrimiento de la ciencia, el arte y la cultura, el desarrollo de nuestras capacidades personales, tareas que llevamos a cabo en la escuela y en la familia, no son hoy posibles sin la contribución de las nuevas tecnologías digitales.
Estamos en la economía del conocimiento; hoy en día se pueda acceder gratis o a muy bajo coste a ciertas informaciones e investigaciones es el mayor potencial transformador no sólo económico, sino político y social, de la sociedad del conocimiento.