En las afueras de Madrid hay un lugar que guarda cinco máquinas capaces de replicarse a sí mismas. (O casi… porque pueden producir prácticamente la totalidad de sus componentes). Estas impresoras 3D pertenecen a los cuatro individuos que han convertido ese espacio en el bar fablab La nave. Allí se reúnen, desde hace tan solo unos días, para “investigar, de forma distendida, algo que parece que va a cambiar el mundo”. Es lo que piensa Juan Manuel Amuedo de la impresión 3D y no se aleja nada de lo que dice de ella la prensa: “tercera revolución industrial”, “nueva revolución digital”, “economía post-capitalista”