• Comienza por detectar cuáles son las fuentes de tu ansiedad.
• Piensa ahora en todas las cosas que te roban la paz y hoy mismo toma la decisión
de abandonarlas.
• Adopta pautas que te permitan disfrutar de la vida en plenitud y en calma.
• Haz todo lo posible por reducir o eliminar por completo todas aquellas cosas que
te hacen sentir ansioso.
• Desarrolla nuevos hábitos que, por el contrario, te ayuden a sentir paz en tu
espíritu, alma y cuerpo.
• No leas todo el día malas noticias. A todos nos gusta estar informados, pero, si
leer malas noticias en el diario o escucharlas una y otra vez en el noticiario hace
que tu ansiedad aumente, un buen libro será de mucho más provecho.
• Llena tu vida de información útil, de datos que te enriquezcan.
• Aprende algo nuevo todos los días.
• Cuida la salud de tu cuerpo.
• Asegúrate de poder dormir bien y comer lo más sano posible.
• Incluye una rutina de actividad física de tres a cuatro veces por semana. Está
comprobado que el ejercicio reduce los niveles de estrés. Tu cuerpo te acompañará el resto de tu vida. Es tu carta de presentación al mundo y es tan importante como tu alma y tu espíritu. Ámalo, cuídalo, habla bien de él.
Aléjate de la gente tóxica, lo cual no significa aislarte, sino poner límites sanos.
Hay personas negativas a las que solo les gusta hablar de los problemas propios y
17ajenos. Ellos no aportan nada significativo a tu vida. En cuanto de ti dependa, no
permitas que sus palabras y acciones tengan cabida en tu mente y mucho menos
que determinen tu estado de ánimo.
Acércate a personas con mentalidad positiva. Las personas exitosas que piensan,
hablan y actúan en positivo, transmiten paz, entusiasmo, alegría. A todo el
mundo le gusta estar rodeado de tales personas. Búscalas, obsérvalas, aprende
de ellas, comparte momentos. Déjate guiar por ellas. Esa clase de gente es la que
añade valor a tu vida.
• Busca a una persona que necesite ayuda. Brindarle ayuda a alguien
desinteresadamente y ocuparte de otro mantendrá tu mente lejos de los
problemas y las preocupaciones.
Cambia tu enfoque.
• Encuentra a una persona de confianza. Es importante que puedas hablar de
cómo te sientes con alguien que te inspire confianza. ¡Tan sencillo como eso!
Hablar de lo que nos pasa es una de las mejores maneras de controlar la
ansiedad.
• Crea el hábito de hablar en positivo. No basta solo con hablar, es fundamental
aprender a hacerlo en positivo.
• Considera muy bien tus palabras antes de hablar. Las palabras son herramientas
y tienen el poder de construir o destruir tu futuro.
• Lleva un registro escrito. Registra por escrito cada día tres o cuatro cosas por las
que estés agradecido. Concentrarte en lo positivo también alejará tu mente de
los pensamientos negativos que te llevan a tener emociones negativas y a actuar
en consecuencia.
• Ríete un poco todos los días. La risa hace que cualquier carga sea más liviana, y
está comprobado científicamente que produce grandes beneficios en el cerebro y
en el cuerpo.
• Desarrolla tu fe. Lo opuesto al temor es la fe. Si no lo has hecho hasta ahora,
empieza a creer que las cosas van a mejorar en tu vida y que todo lo que hagas te
saldrá bien. Si tienes expectativas de cosas buenas, tarde o temprano aparecerán
18en tu vida.
• Espera siempre lo mejor. No te conformes con la mediocridad. Fuiste creado
para la excelencia.
• Haz algo nuevo regularmente. Aunque te dé miedo, atrévete a hacer cosas
nuevas. El coraje no es la ausencia de temor, sino la capacidad de actuar a pesar
de este.
• Visualízate como una persona de éxito. Antes de que algo ocurra en tu vida,
primero debes verlo con los ojos de tu mente. La imaginación te fue otorgada
para visualizarte como el hombre o la mujer que quieres llegar a ser. Alguien
exitoso, seguro de sí mismo, optimista, positivo, feliz. Una persona que disfruta
la vida al máximo y sabe cómo relajarse.