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El lugar no lugar de los padres en la gestión escolar (En estos dos polos…
El lugar no lugar de los padres en la gestión escolar
Los programas educativos están destinados a los alumnos, pero los padres son los que eligen y evalúan el servicio educativo.
La disonancia proviene de considerar a padres y alumnos como parte del sistema externo de la escuela, siendo que los enfoques vigentes insisten en el protagonismo y ve la educación como una esfuerzo participativo.
En el extremo opuesto, los padres que son mandatarios de la organización incluso eligen a las mismas autoridades pedagógicas. La distancia de los padres en la organización educativa es muy estrecha y el sistema en muchos casos parece una prolongación social de la familia y su ámbito de influencia y control
En estos dos polos también participa la escuela pública. He aquí las variables de interacción y distancia e las que se desliza esta relación
Grado de participación en el gobierno de la organización desde el rol padre-directivos
Grado de compromiso en el proyecto educativo desde el rol de padres
Grado de participación en el proyecto institucional como padres-voluntarios en el sostén físico y estructural de la empresa.
Así, una presencia intensiva y continua en la escuela bloquea:
La necesaria descrecionalidad y autonomía del rol educador que puede, en la confusión, dedicar más tiempo y energía a la demanda de los padres que a la de sus alumnos
El necesario desprendimiento del espacio familiar de los chicos para integrarse paulatinamente a un colectivo social en el que van a jugar sus propio papel.
Por el contrario , una distancia excesiva:
Impide el fenómeno educativo
Desconoce las circunstancias particulares de la diversidad en las que se mueven los alumnos
Se priva de los aportes y el valor agregado de los padre
Sin credibilidad, sin confianza, no hay proyecto posible
Interacción que se expresará en los distintos campos de dominio a través de tres preguntas organizadoras: ¿Qué es mío? ¿Qué es tuyo? ¿Qué es nuestro?
El contrato es un dispositivo necesario, pero no suficiente, puesto que la complejidad y movimiento del contexto y de la dinámica escolar exigen mantener una rutina sistemática de diálogo.
La matriz de la relación se basa en la escucha y detección de las demandas de los padres y de la comunicad para el establecimiento del proyecto. Se basa en: Intereses iguales, intereses diferentes e intereses opuestos
Tampoco se debe caer en un refugio de normas.
Ser asociados o aliados no es sinónimo de acuerdo automático, sino de capacidad de sumar en las diferencias.
Para una circulación fluida de estas interacciones se requiere
Nuevas agendas
Nuevas competencias
Nuevos dispositivos