Tema 6. Didáctica del plano léxico-semántico

  1. LEXICOLOGÍA Y LEXICOGRAFÍA
  1. SEMÁNTICA
  1. RECURSOS METODOLÓGICOS PARA DESARROLLAR EL LÉXICO

El campo semántico (conjunto de palabras de la misma categoría gramatical)

Sinonimia, polisemia e hiponimia

Estructura del significado (las palabras se
relacionan mutuamente por su significado)

La evolución del significado

Concepto

La semántica estudia también la creación, los cambios y la pérdida o desaparición de las unidades léxicas, o palabras, y estudia la de los semas y clasemas.

La palabra y los mecanismos de su formación primaria:

Estudio lexicológico (trata de enunciados que no son palabras sino formas agrupadas, pero que no significan lo mismo que la suma de las palabras que los componen).

La lexicología (rama especial de la lingüística para examinarla en todos sus aspectos). Motivación de las palabras

Lexicografía (arte de hacer diccionarios): los diccionarios

Los vocabularios

Lexemas y formantes

La composición supone la unión de dos lexemas para formar una nueva palabra.

Refranes y proverbios

Modismos expresión peculiar de una lengua, generalmente difícil de traducir a otra (sobre todo literalmente) en la que puede no respetarse la norma gramatical. Son inalterables pero algunos han sufrido cambios (poner aceite en el fuego por echar leña al fuego).

Locuciones (combinación estable de dos o más términos que funciona como elemento oracional y cuyo sentido unitario no se justifica sin más como una suma del significado normal de los componentes).

Semema es el contenido significativo del significado, compuesto, a su vez, por elementos mínimos llamados semas.

Sema es el mínimo elemento de la sustancia del contenido que no puede ser dividido en unidades menores sucesivas.

La Semántica es la ciencia de la significación (abarcar toda la lingüística). Considerando el significante y significado, se habla de Semántica como estudio del contenido (o significado).

Gráfico de asociaciones estructuradas en seis vértices.Ejemplo con el signo calor:

Campo léxico. conjunto de palabras de diferentes categorías gramaticales que están relacionadas con un mismo tema (compuesto por semas).

Esferas conceptuales compuestas por sectores estrechamente entrelazados del vocabulario, en el que una esfera particular está dividida, clasificada y organizada de tal manera que cada elemento contribuye a delimitar a sus vecinos y es delimitado por ellos.

polisemia cuando una misma expresión recubre varios contenidos, permite la multiplicación del número de significados sin aumentar el de significantes.

Hiponimia es la relación existente entre las unidades influyentes y las incluidas. Los términos que tienen esa relación son hiperónimos o incluyentes, e hipónimos o incluidos. De este modo, rosa es un hipónimo de flor, hipónimo, a su vez, de vegetal, y así sucesivamente.

Sinonimia cuando distintos significantes tienen el mismo significado.

Cambios de forma

Cambios de sentido

La creación consiste en añadir nuevos términos al sistema. Son los siguientes:

Calco, se adapta la estructura de una denominación extranjera, pero con palabras de la propia lengua: inglés sky-scraper > español rascacielos.

Onomatopeya, imitación de una impresión acústica: guau-guau.

Préstamos lingüísticos, palabras de otras lenguas que se aceptan en la propia: gol, penalty, etc.

Por descripción: cuaderno describe los cuatro folios de que constaba primitivamente.

Denominación de nuevos objetos: big-bang, airbag...

Semejanza, difícil de separar de la metáfora, podemos decir que la semejanza es más aparente, más extensa: sierra, araña, raíz (en los sentidos de 'montañosa', 'de cristal, lámpara', 'verbal, nominal, gramatical en suma').

Parasíntesis. Reúne la composición y la derivación: pordiosero (por + Dios + er + o), picapedrero, paniaguado.

Metáfora literaria: el tipo de ventanilla denominado ojo de buey, el cordón llamado cola de ratón…

Composición. A través de palabras compuestas: rojiblanco.

Sigla o abreviatura: ONU, UNICEF, RIP.

Derivación. Por medio de formantes facultativos como prefijos, sufijos, interfijos, etc. Ejemplos: describir, entramado…

Fonético: transformación en la evolución del significante, puede llegar a la desaparición: el castellano no conserva derivados del lat. APIS 'abeja' (que hubieran dado ave) porque quedaba un cuerpo fónico mínimo. Para evitar este mínimo cuerpo fónico (y también la confusión con ave) el término latino APE desapareció y fue sustituido por APÍCULA (forma de diminutivo originariamente), de donde procede abeja.

Analógico: evolución similar a la de otras palabras semejantes o análogas, p. e., la conjugación. El latín VESTIS debiera haber dado en castellano viestes, pero dio vistes por analogía con las otras formas castellanas de vestir: visto, viste, etc.

Generalización:una palabra pasa a la lengua general desde un léxico restringido. Es el caso de arribar, término marinero que significaba «llegar el barco a la orilla» y ha pasado a significar llegar.

Especialización: es el fenómeno contrario, una palabra de la lengua común pasa a tener un valor restringido en un léxico especializado: poner en avicultura tiene un valor mucho más especializado que en la lengua común.

Afectividad: cambios producidos por aplicar a una palabra buena un sentido peyorativo o viceversa: es el caso de madre en zonas de Hispanoamérica, donde se utiliza siempre mamá con valor positivo.

Ennoblecimiento: un término que se aplicaba a algo de no mucha categoría pasa a significar algo de categoría elevada como consecuencia de las transformaciones ennoblecedoras del objeto designado.

Eufemismo: se emplean para evitar la emisión de una forma prohibida por los prejuicios sociales: fenecer, fallecer, pasar a mejor vida, no estar ya con nosotros, para evitar morir.

Envilecimiento: es el fenómeno contrario. Por ejemplo: bárbaro, originariamente ‘el que habla otra lengua’, pasó a significar 'extranjero' y ahora se emplea con el sentido de ‘cruel, salvaje’.

Cambios de las cosas, sin variación en el significante: el coche actual no es igual al del siglo XVI, pero el término no ha cambiado.

Cambio de nuestro conocimiento de las cosas: para nosotros átomo tiene unas connotaciones muy distintas de las que tenía en tiempos de Demócrito y los atomistas.

Metáfora: pata de silla, plagar, etc.

Metonimia: se trata de un tropo que expresa: Nombre de lugar por el de la cosa: oporto por 'vino de Oporto'. Lugar por lo que en él hay: café por 'lugar donde se sirve café', desde niño por 'desde la niñez', una hermosura por una cosa hermosa.

La lengua se desprende de signos que ya no le son útiles por distintos motivos:

Homofonía: confusión formal que hubiera acarreado una falsa homonimia, ya que parecería un mismo significante para dos significados y en realidad se trataría de dos significantes iguales, de distinto origen. La palabra árabe aceite vio su incorporación al castellano favorecida porque el término latino OLEUM hubiera dado ojo, igual que OCULUM

Olvido o ignorancia: arcaísmos que han dejado de usarse porque empobrecemos determinadas parcelas de nuestro vocabulario: la gente de ciudad es incapaz de reconocer muchos objetos, plantas y animales del campo y de darles su nombre.

Desaparición del objeto: términos de piezas de la armadura, telas medievales, arneses de las caballerías, etc.

Debilitación fonética: es el caso de los términos latinos HIC, IBI, que dieron y. Se produjo homofonía con el resultado de ET (la conjunción y) y además eran palabras de escaso cuerpo fónico. Algo similar produjo la pérdida de APIS y su sustitución por APÍCULA como vimos al hablar de los cambios fonéticos.

La morfología (se ocupa de las formas de las palabras y de sus componentes).

La semántica (se ocupa de los significados de las palabras).

Triple motivación de las palabras:

Motivación morfológica. Aquí nos encontrarnos en el campo de la “arbitrariedad relativa” de Saussure, porque tras analizar este tipo de términos ('panera' de pan, y similares) llegamos siempre a palabras no motivadas (como 'pan' en el ejemplo anterior).

Motivación semántica. Este es el campo de las transformaciones debidas a los tropos. Utilizando una metáfora llamarnos gatillo al disparador de un arma de fuego, con una metonimia llamamos lengua al lenguaje, con una sinécdoque llamamos machos y hembras a los ajustes de las piezas mecánicas.

Motivación fonológica. Existe una semejanza entre los sonidos y el sentido, el nombre describe la cosa significada. La palabra inglesa shoot ha penetrado en el vocabulario futbolístico como chut o chú porque su configuración fonética (similaridad con el ruido del aire desplazado por el balón) lo ha favorecido.

Los lexemas son unidades léxicas mínimas que carecen de morfemas (sol) o resulta de haber prescindido de ellos (terr- en enterráis), y que poseen un significado definible por el diccionario y no por la gramática.

Los formantes pueden ser constitutivos (de género o número, desinencias verbales) y facultativos, también llamados afijos (elementos morfémicos que integran su significación en la de las unidades lexemáticas básicas a las que se unen).

Prefijos (elemento que se antepone al lexema)

Sufijos (elemento que se posponeal lexema). podemos considerarlos desde el tipo de categorías gramaticales que originan, por ejemplo:

Interfijos (segmento, siempre átono y falto de significado propio, entre el radical y el sufijo de ciertos derivados, por ejemplo. el elemento -ar- en hum-ar-eda, polv-ar-eda).

-ear da lugar a verbos frecuentativos: calafat-ea-r

-ecer da lugar a verbos incoativos: favor-ec-e-r

-os- da lugar a adjetivos: fam-os-o

-mente da lugar a adverbios: primera-mente

-er- da lugar a sustantivos: lech-er-o

Verbo y sustantivo: tragaluz.

Adverbio y verbo: bienestar.

Sustantivo y participio: perniquebrado.

Cuantificador más sustantivo: ciempiés.

Sustantivo y adjetivo: boquirrubio.

Cuantificador más adjetivo: todopoderoso.

Construcción oracional lexicalizada: correveidile.

Dos adjetivos: verdinegro.

Clasificación según cuatro criterios:

Por su morfología o estructura

Por su origen

Por su significación

Por sus sílabas

Bisilábicas (dos sílabas)

Trisilábicas (tres sílabas)

Monosilábicas (una sílaba)

Polisilábicas (más de tres sílabas)

Compuestas

Simples

Simbólicas u onomatopéyicas

Arbitrarias

Motivadas o derivadas

Inmotivadas o primitivas

Gramaticales

Afectivas: interjección

Conceptuales

Independientes: sustantivo

Dependientes

De sustantivos

De adjetivos,
verbo o advervio

Adjetivos

Verbos

Adverbio

Significantes o conceptuales (con representación mental subyacente).

Conexivas a no connotativas. Sirven únicamente de enlace de elementos en el discurso

Participiales. «Comienzan obligadamente con el participio hecho (o hecha) y se emplean como complemento nominal de verbos de estado o bien en construcciones absolutas»: hecho migas, hecho un mar de lágrimas.

Conjuntivas. Funcionan como conjunciones: como quiera que, a pesar de que, etc.

Prepositivas. Funcionan como preposiciones: por encima de, al lado de, etc.

Adverbiales. Funcionan como adverbios y admiten modificadores adverbiales: a ciegas, a porrillo, en efecto.

Verbales. Tienen estructura oracional, con un verbo que puede conjugarse dentro de la locución, y los complementos del verbo: beber los vientos por algo o alguien, ser harina de otro costal.

Pronominales. Las personas gramaticales podían ser expresadas por pronombres o expresiones equivalentes: el hijo de mi padre.

Adjetivales, equivalen al adjetivo y efectúan su función de modificadores directos del sustantivo: de pacotilla, de tres al cuarto, de órdago, de balde. En algunos casos admiten un modificador adverbial ": «una mujer 'muy' de su casa.»

Exclamativas: ¡Viva la Pepa! En estos casos la locución no es un elemento oracional simplemente, sino una oración completa.

Nominales, equivalentes a un sustantivo: hombre rana, tocino de cielo, para abrir de boca (de infinitivo).

Refrán (artificial): frase completa e independiente que expresa un pensamiento –hecho de experiencia, enseñanza, admonición, etc. "El que inventa un refrán aspira a formular, en forma abstracta una 'verdad' valedera para toda la humanidad".

Proverbio (espontáneo): grupo de palabras que tiene una estructura coherente, según nuestra competencia lingüística, y que expresa algo ejemplificador

El diccionario tiene la doble misión de darnos el significado de una palabra desconocida y de ayudarnos a buscar el término oportuno para una idea que no sabemos expresar adecuadamente.

Diccionarios ideológicos u onomasiológicos son los que van de la idea a la palabra y son completos ya que se complementan con el diccionario alfabético usual, que les sirve de índice.

El diccionario académico es el más selectivo de los diccionarios alfabéticos ordinarios. Se hace con un criterio semasiológico (desde la palabra hasta los significados).

Es frecuente que una palabra tenga varios significados o acepciones. El conjunto de estas acepciones de una palabra en el diccionario se llama artículo. La palabra inicial del artículo se denomina encabezado o entrada.

Primera parte (ideológica)

Segunda parte (alfabética)

El diccionario etimológico explica la procedencia de las palabras de una lengua.

El diccionario histórico incluye todos los vocablos utilizados en el idioma, con una rápida y concisa referencia etimológica y un detallado estudio cronológico de las acepciones que se apoyan con varias citas de las distintas épocas.

Vocabulario frecuente: número de casos o apariciones de un mismo hecho o unidad lingüística en un discurso amplio determinado.

Vocabulario pasivo: relacionado con los «conocimientos pasivos», que son los que somos capaces de comprender e interpretar cuando nos son presentados.

Vocabulario disponible: es el que un locutor puede utilizar inmediatamente, según las necesidades derivadas de la producción lingüística.

Vocabulario activo: es el relacionado con los «conocimientos activos», que son los utilizados espontáneamente a través de una expresión lingüística. .

Vocabulario usual: la lengua usual es el conjunto de los medios lingüísticos habitualmente utilizados en las situaciones de comunicación (orales y escritas) de la vida cotidiana». En lingüística el término uso se refiere a la lengua que efectivamente es practicada por la mayoría de los usuarios de un grupo lingüístico correspondiente a un grupo social determinado.

Vocabulario específico: es la expresión genérica para designar las lenguas utilizadas en situaciones de comunicación (orales o escritas) que implican la transmisión relevante de un campo de experiencia particular (exige exactitud y precisión).

El dominio del léxico es el primer obstáculo en la comprensión lectora de los alumnos. Por ello debemos plantearnos como objetivo la competencia léxica (un aumento de cantidad, calidad y exactitud semántica).

En cuanto a la presentación y organización del vocabulario seleccionado, debe ser enseñado de forma contextualizada. En cualquier situación comunicativa las palabras están insertas en un contexto determinado, con una intencionalidad y según una variada tipología textual.

Hay que tener en cuenta las distintas agrupaciones de las palabras (sinónimos, antónimos, hipónimos, complementarios, etc.) facilitan la adquisición del vocabulario en el sentido de que se aprenden más términos y, además, ayudamos al alumno en su memorización.

Técnicas, recursos o estrategias para trabajar el léxico

Partiremos de una motivación inicial para captar el interés de los niños, por ejemplo, de una lectura o narración motivadora, podremos además valernos de la expresión corporal, plástica, etc.

Las actividades del aula han de tener como uno de sus objetivos el enriquecimiento del vocabulario; las lecturas, los textos orales o las explicaciones sirven para asegurar y completar activamente su dominio.

Realizar actividades didácticas a través del juego que permita al niño desarrollar de forma desinhibida la espontaneidad, la creatividad y la responsabilidad.

Hay que trabajar el léxico de manera inductiva y variada, dedicando especial interés a estos aspectos:

Partir de temas cotidianos como vacaciones, salud, alimentación, etc. que actúan como estímulo e instrumento para organizar el vocabulario, en forma de un aprendizaje significativo.

El lexema (no cambia), expresa lo más importante de ella, su significado.

La parte cambiante (prefijos, sufijos) también significa algo que completa, varía o contradice su significado original.

Las palabras tienen una parte invariable (o casi invariable).

Determinados prefijos y sufijos tienen un valor significativo específico: -ero, -ista para oficios; -ería para lugar; -azo es aumentativo...

La conjugación de los verbos, lo esencial –salvo excepciones de las irregularidades– no varía, lo que cambia es el número, la persona, el tiempo.

La formación de las palabras nuevas.

La composición de campos léxicos y semánticos.

El análisis de los significados.

Ejemplos de aplicación

Nivel básico

Nivel superior

Identificación con serie de palabras

Reemplazar una frase por un verbo o las series de intensidad (ej. feo, horrible, monstruoso).

Actividades como la lluvia de ideas o los murales.

La utilización de imágenes, ilustraciones o fotos como punto de partida de descripciones y narraciones

Actividades de formación de palabras (composición, derivación, prefijos, sufijos, aumentativos, diminutivos, etc.)

Contacto con el diccionario mediante juegos en los que haya que encontrar una palabra misteriosa

Realizar sopas de letras, palabras cruzadas y crucigramas.

Descripciones físicas o psíquicas, de emociones y sentimientos, el entorno, el trabajo, los deportes, la cocina, las artes, los viajes, los países y nacionalidades, el ocio, la naturaleza, etc.

Elaborar listas en las que se especifique la equipación necesaria para uno determinado deporte

Practicar con textos literarios y/o extraídos de los medios de comunicación.

Respecto a la cocina, pueden llevarse a cabo actividades en las que se trate de adivinar el nombre de una fruta u hortaliza por las pistas dadas.

Trabajar familias de palabras o hiperónimos y emplear modismos propios de este ámbito.

Uso del diccionario como herramienta indispensable para la enseñanza-aprendizaje del léxico, puesto que cumple la función didáctica de enseñar la forma, el contenido y la función de las palabras (adaptado a la etapa).

Semejanzas en el significado: pertenecen a este grupo fundamentalmente los sinónimos (palabras con el mismo o muy parecido significado). Ejemplo: bochorno, calor, fervor, ardor, fiebre.

Semejanzas basadas en la relación entre el significado y la cosa. Aquí situamos los antónimos (palabras con significado opuesto), que pueden ser de dos clases:

Semejanzas en el significante y el significado: especialmente importantes para el estudio de la derivación y la composición: calor, caloría, acaloramiento.

Semejanzas basadas en nuestra manera de concebir la realidad (en la cosa). Se trata de un subgrupo en el que entrarían las relaciones de causa y efecto, de relación externa, y similares: calor, verano, agosto, termómetro.

Asociaciones entre significantes parecidos: calor, color, dolor, sabor, temblor.

Ciertas semejanzas entre significantes y cierta relación con la cosa: calor, sudor. La semejanza entre significantes está marcada por el formante -or, y al mismo tiempo existe una relación con la realidad, ya que el calor y el sudor son contiguos.

Palabras que tienen dos sentidos opuestos: huésped es 'el que hospeda' y el que es hospedado'.

Palabras extremas de una serie de graduación del significado: calor ... frío. (y las asociaciones del antónimo: fresco, sombra...).