El uso de materiales contaminantes en edificios, como formaldehído, amianto, plomo, CFCs, disolventes tóxicos o PVC (policloruro de vinilo), ocasiona un deterioro de la salud de sus habitantes y del medio ambiente. La construcción, rehabilitación y demolición de edificios también genera enormes cantidades de residuos. Se estima que en España se generan cada año 22 millones de toneladas de escombros de derribo y tierras de excavación.
Indudablemente, esta situación puede mejorarse en gran medida. Greenpeace trabaja en este sentido desde sus campañas sobre bosques, recursos hídricos, energía y tóxicos. Así, estamos proponiendo medidas de ahorro y eficiencia energética y de uso de fuentes de energías renovables en edificios (campaña solar del Sirius). Greenpeace también ha presentado criterios para una construcción más ecológica de las dependencias olímpicas de Sidney y de la candidatura de Sevilla 2004, aceptadas por los respectivos comités olímpicos.
Desde la campaña de tóxicos, Greenpeace está trabajando por la sustitución de materiales contaminantes en la construcción, centrándose en la sustitución de compuestos clorados, como el PVC.
La decisión de eliminar este plástico ya ha sido tomada por muchas autoridades locales, instituciones y arquitectos europeos.
La construcción del estadio olímpico de Sidney, que ha comenzado a principios de junio, minimizará el uso de PVC, en concreto, utilizarán alternativas en los materiales de fontanería, drenaje y pavimentación.