Los alumnos no tienen acceso a los libros originales sino que los textos les
llegan fotocopiados. Aparte de la escasa calidad de estas duplicaciones, que dificulta la visualización
de lo impreso, es frecuente que estos materiales sean leídos fuera de la obra completa, sin los capítulos
precedentes ni posteriores, sin índices, sin prólogos ni introducciones, sin solapas que presenten a sus
autores, ni contratapas que comenten el texto, y, a veces, sin referencias bibliográficas completas, ni
fecha de publicación.