Generalmente los niños son llevados a consulta para solicitar una evaluación porque los padres, maestros o la misma institución han identificado un síntoma"anormal"; aunque a veces esos síntomas que se detectan como anormales en realidad no lo son, pero es porque los padres tienen conocimiento de las características del desarrollo del niño.
En ocasiones es adecuado el hecho de que se le lleve a consulta, pero en otras no, ya que en otras ocasiones la maestra o los métodos de enseñanza son los que no resultan eficientes para los niño. Sin embargo también los padres a veces pueden ser los que estén fallando en algún aspecto, pero generalmente prefieren que el diagnóstico sea que el niño o cualquier otro agente que sea ajeno, sea el culpable de la situación.
Por otra parte, si es que los niños en verdad tienen algún problema, lo único que los papás buscan es que alguien, en este caso el psicólogo o terapeuta se haga cargo de el dos o tres veces por semana.