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Amistad cívica y democracia auténtica (Buen gobierno: (Un régimen político…
Amistad cívica y democracia auténtica
Buen gobierno:
Un régimen político que sigue los dictados de la
virtud y de la justicia
Tiene efectos benéficos, la justicia trae la armonía, la relación cordial, y la serenidad.
Es el ejercicio de las virtudes lo que ayuda a gobernar bien
Mal gobierno:
Tiranía, por ella la Justicia rueda por los suelos.
Acompañan a la Tiranía el Furor, la Discordia, la Guerra, el Fraude, la Traición y la Crueldad.
Los efectos del mal gobierno se hacen evidentes discordia, conflicto, imprudencia, ira y pereza.
El buen gobierno no es sólo una forma de
régimen político, sino una forma de vida que conduce a la paz.
Para crear una comunidad justa son necesarias las
virtudes, así como también es necesario expulsar los vicios, como el fraude, la crispación, la
discordia, la mentira y la traición que hacen imposible una vida buena compartida.
La indignación cuando reclama justicia
para todos es un sentimiento ético.
«Quien carece de compasión no puede captar el sufrimiento de otros; sin capacidad de
indignación podemos no percibir las injusticias».
La participación en la vida política, no sólo es costosa, sino que presenta unas
retribuciones inciertas, diferidas y poco garantizadas.
Democracia: significa gobierno del pueblo.
En Atenas, la libertad se identificaba con el derecho a participar, y la igualdad se refería a la igualdad ante la ley (isonomia) y al igual derecho a hablar (isogoria).
Arendt entenderá que la violencia
siempre es prepolítica, mientras que ejercer el poder comunicativo es ejercer la política.
La libertad entendida como participacion y la libertad entendida como independencia, son
necesarias para una vida realizada
Democracia Representativa: Esta autonomía ha logrado que exista un espacio libre de opinión publica en el que, cada vez más, los ciudadanos pueden expresarse.
El método democrático es aquel sistema institucional de gestación de las decisiones políticas que realiza el bien común, dejando al pueblo decidir por sí mismo las cuestiones en litigio mediante la elección de individuos que han de congregarse para llevar a cabo su voluntad.
La clave política
en esta teoría es el pueblo y los representantes no son sino instrumentos que tratan de
conseguir lo que el pueblo desea
Pero no existe una voluntad del pueblo, sino las voluntades
particulares de los ciudadanos, ni existe tampoco un bien común; sino intereses en conflicto.
Es condición
indispensable asegurar a todos unos mínimos de justicia, conseguir una mejor representación,
multiplicarlas instancias de deliberación pública; delimitar, una parte del
presupuesto público, y dejarlo en manos de los ciudadanos.
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