Se instruye al paciente en estrategias que potencien la reorganización funcional, es decir, que las funciones intactas del cerebro asuman la función de aquellas dañadas de modo compensatorio. Además, se enseña a hacer uso de ayudas externas (como agendas, calendarios, alarmas, etc.) y se implica a los familiares dando pautas de actuación en casa.