Una contabilidad, teóricamente, podría llevarse de muchas formas. Nos podemos imaginar el contable con manguitos que lleva la contabilidad a mano y en papel. También podría hacerse con un programa informático instalado en un ordenador. Y nos podríamos decantar por llevarla con una solución en la nube. Si nuestro objetivo es llevar un libro diario, mantener libros auxiliares y formular unas cuentas anuales, cualquiera de las opciones es eficaz. Las tres alternativas producen ese resultado final.Sin embargo, que las tres opciones sean eficaces no significa que sean equivalentes. No solamente nos interesan los resultados finales del proceso, sino también los medios empleados.