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La formación de los síntomas y su sentido (la libido halla las fijaciones…
La formación de los síntomas y su sentido
Los síntomas son actos perjudiciales, inútiles para la vida, la persona los realiza contra su voluntad, conllevan displacer o sufrimiento.
Los síntomas cuestan un gasto anímico, la persona invierte más a su estado anímico provocado por el síntoma y disminuye el estado anímico para otros aspectos de la vida.
La persona queda pobre anímicamente
La formación del síntoma se propicia también en las personas “normales”
El síntoma es resistente debido a:
la libido insatisfecha, rechazada por los principios de realidad, entonces, la libido deberá buscar otros caminos para satisfacerse.
La libido siempre buscará la forma de salir, llevará al individuo (de forma anímicamente o motriz) a hacer lo que necesita para liberarse.
En el inconsciente
Se dan los sistemas de condensación y desplazamiento.
Es manipulado por la libido, rodea al inconsciente para satisfacerse a través de las fijaciones, y cuando es una satisfacción “falsa” esta provoca una regresión.
la libido halla las fijaciones que le hacen falta para quebrantar las represiones en:
En la sexualidad infantil. El niño configura desde las primeras vivencias sus futuras pulsiones
Resguardo excesiva de niños (como sobreprotección) no impide que desarrollen una exagerada represión sexual.
La fijación del libido puede ser heredada o puede ser por la experiencia del propio sujeto.
A veces tenemos dificultades para individualizar en el síntoma la satisfacción libidinosa.
los síntomas neuróticos poseen un sentido, lo mismo que las operaciones fallidas y los sueños, y que están en vinculación íntima con el vivenciar del paciente.
El sentido de un síntoma reside, en un vínculo con el vivenciar del enfermo.
Los síntomas “típicos” son los que se repiten a menudo en sus cuadros clínicos, con fatigante monotonía, los mismos rasgos
justamente mediante estos síntomas típicos nos orientamos para formular el diagnóstico.
Si los síntomas individuales dependen de manera tan innegable del vivenciar del enfermo, para los síntomas típicos queda la posibilidad de que se remonten a un vivenciar típico en sí mismo, común a todos los hombres.
En la doctrina del sueño tropezamos con una dificultad muy semejante.
El contenido manifiesto de los sueños es variado en extremo y diferente según los individuos, y hemos mostrado con prolijidad lo que a partir de él puede obtenerse mediante el análisis.
Pero junto a eso hay sueños a los que se llama también «típicos», que aparecen de igual manera en todos los hombres; sueños de contenido uniforme que oponen a la interpretación aquellas mismas dificultades.
Son los sueños de caer, de volar, de flotar,. de nadar, de estar inhibido, de estar desnudo, y ciertos otros sueños de angustia
Los síntomas tienen que ver con la manera de fijación de la libido. Las escenas infantiles no siempre son verdaderas. (síntomas generan neurosis).
Si las vivencias infantiles fueran reales en todos lo casos, tendríamos la sensación de movernos en terreno seguro.
Las vivencias infantiles construidas en el análisis, la mayoría de los casos son una mezcla de verdad y falsedad
La fantasía de la seducción no es una fantasía, sino un recuerdo real.
La fantasía de la seducción no es una fantasía, sino un recuerdo real.
Las fantasías primordial surgen en un patrimonio filogenético. las pulsiones
Las fantasías conceden las fuentes de placer resignadas. que no se cumplen
Las fantasías si antes fueron preconscientes o inconscientes, ahora son sometidas a la represión por parte del yo y libradas a la atracción del inconsciente.
Desde las fantasías ahora inconcientes, la libido vuelve a migrar hasta sus orígenes en el inconciente, hasta sus propios lugares de fijación
Freud, S. (1916-1917) 17a. Conferencia. El sentido de los síntomas. pp. 235-249 y 23a. Conferencia. Las vías de formación del síntoma. pp. 326-343. Obras Completas T. XVI. Bs. As. Amorrortu