A pesar de los múltiples intentos de consolidar y organizar al país, esta tarea fue muy complicada y compleja. Alrededor del misticismo que se ha creado en la cultura mexicana contemporánea, eventos como la victoria de la Batalla de Puebla, no representaron una victoria real, puesto que esa victoria no evitó ni que los franceses intervinieran ni que colocaran a Maximiliano de Habsburgo como emperador.
La lucha entre conservadores se vería agraviada en múltiples ocasiones, donde resultarán victoriosos los liberales y el sistema que ellos consideraban mejor, la República.