La determinación del tipo de instalación de los cables de energía es de vital importancia debido a que tiene
gran influencia en la capacidad de conducción de corriente, y por ello, es necesario hacer un estudio de las
condiciones de cada instalación para poder tomar la decisión más adecuada.
La instalación de cables directamente enterrados se hace en lugares donde la apertura de la zanja no
ocasiona molestias, donde no se tienen construcciones o donde exista la posibilidad de abrir zanjas
posteriormente para cambio de cables, reparación o aumento de circuitos, como por ejemplo en
fraccionamientos, jardines o campos abiertos donde no existan edificaciones.
Este tipo de instalación presenta algunas ventajas como el hecho de que están menos expuestos a daños
por dobleces excesivos, deformación y tensión presentes durante la instalación; la capacidad es
aproximadamente de 10 a 20 % mayor que en instalaciones en ductos, debido a la facilidad para la disipación
térmica. Otra de las ventajas es que la instalación de cables directamente enterrados es más rápida y segura y
su costo es más bajo que en otro tipo de instalaciones.
Una de las desventajas que presenta este tipo de instalación es el tiempo para reparar una falla, o para
aumentar el número de circuitos. Esto hace que hoy prácticamente no se esté empleando