Los empleados, la generación del milenio, en particular, no solo quieren que sus empleadores tengan un mayor sentido de propósito, sino que también busquen un papel activo en los esfuerzos de impacto social de las empresas. Además, los clientes están cada vez más familiarizados con la información relacionada con el impacto social y ambiental de una empresa, información que puede moldear sus decisiones de compra. Mientras tanto, algunos gobiernos esperan que las empresas hagan más para resolver los problemas económicos y sociales, y buscan colaborar con las empresas en tales iniciativas.