Una ordalía aplicable a pacientes con quienes mantiene una buena alianza terapéutica que, encontrándose en las ultimas cesiones del tratamiento, consiguen poco o ningún cambio. El terapeuta les explica que conoce un modo de resolver su problema, pero que solo se resolverá si se comprometen firmemente a cumplir la prescripción, en caso contrario, no podrán continuar la terapia. Propone una tarea directa cuyo incumplimiento conduce a otra alternativa peor para estas personas, cual es la imposibilidad de seguir con las entrevistas.