Sab 6,22 recoge una tradición mistérica, al menos en la forma de hablar; así, vemos diferencias esenciales entre el uso greco-helénico (de lo que no se habla) y el libro de la Sabiduría no hay misterios, todo se proclama públicamente desde el principio, no debe haber iniciados, pues no es fruto del esfuerzo humano es don de Dios para el que se abre a la Sabiduría.