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Hacia una teología del juicio escatológico Exégesis del salmo 82 (Conducta…
Hacia una teología del juicio escatológico Exégesis del salmo 82
Ha sido la atención,
de muchos investigadores el estudios de los Salmos, gracia a la riqueza poética que y temática de los cinco libro que la componen.
El tópico en estudio,
es referente al juicio divino, el cual se da en dos instantes.
En primer lugar,
durante la historia humana, el juicio divino se ha manifestado en varios momentos y de diversas formas durante la historia.
En segundo lugar,
al final de la historia, o lo que se denomina: el juicio final o escatológico.
Por consiguiente,
este juicio se desarrolla en tres etapas, 1.el juicio contra Israel espiritual,2. se juzga a todos los impíos y finalmente 3. el juicio ejecutivo que involucra la destrucción del planeta y los impíos.
En primera instancia,
se iniciaron los iniciales estudios con Hermann Gunkel, seguidamente por Walther Eichrodt,, pero quien desarrolla mejor esta temática de juicio es Lester Whitelocke.
Por diversas razones
, no ha sido fácil clasificar este Salmo, aunque algunos proponen que es un Salmo profético o un evento escatológico.
Después de todo,
el tema central de este Salmo: Dios se levanta para juzgar al mundo.
Teología del juicio en el Salmo 82
En primer lugar,
el Salmo establece el juez supremo, a su vez Dios tiene representantes en la tierra encargados de mantener el orden moral.
En segundo lugar,
es Dios quien dirige o preside el concilio judicial. 1) Recibe reconocimiento de su señorío en su corte. 2) dominio y majestad
Conducta condenatoria de los jueces
Por otro lado
, una de las razones suficientes para iniciar el juicio contra los jueces injustos, es que fueron parciales en sus decisiones judiciales y administrativas, favoreciendo a los malos.
Otro aspecto,
se les culpa de no actuar con misericordia y defender los derechos de los más débiles.
Por otra parte,
se los culpa por no efectuar la justicia.
No obstante
, se los acusa por no rescatar al débil y al necesitado, pero al ser indiferentes agrava aún más la situación.
Al contrario,
estos jueces olvidaron que eran representantes de Dios.
Dios juzga y hereda las naciones
De igual importancia,
Dios como Rey supremo, se dispone a heredar las propiedades
Entre tanto,
solamente Dios tiene el poder y la autoridad.