Entre las principales causas se encuentran las instalaciones antiguas, la autoconstrucción, la exposición a la sobrecarga, la falta de mantenimiento, el uso inadecuado o inexistente de sistemas de protección, el uso de productos de mala calidad, las fallas en aparatos y artefactos eléctricos, el desconocimiento de normas, negligencia, indiferencia y la falta de criterio.