Características de los adultos de un yo resiliente: Conciencia de sus propias motivaciones y su comportamiento, calidez y capacidad para establecer relaciones cercanas, son productivos y logran que las cosas se hagan, tienen una actitud relajada, diestros en las técnicas sociales de juego imaginario, percepción social de las señales interpersonales, son genuinamente confiables y responsables, responden al humor, valoran su independencia y su autonomía, tienden a suscitar agrado y aceptación.