"no hay conspiración, pero todo conspira, en el sentido que todo respira en conjunto, todo respira en la misma dirección: la corrupción es sistemática, el mercado, la economía, el hecho de que ahora ya no nos preocupa el saber si lo que producimos sirve para cualquier cosa, sino únicamente nos preocupa que sea vendible .
Tenemos a la vez una especie de potencia inhumana, sin rostro, un estallido de portadores institucionales e inclusive un avasallamiento de dichos emisarios institucionales a esta tendencia histórica.
El modelo de sociedad actual está en encrucijada, en crisis; se encuentra en una “pausa histórica” en el vacio no hay proyectos de un cambio real e inmediato y es allí donde se deben construir alternativas para enfrentar estos retos.
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