El lenguaje puede entenderse también como la capacidad humana que permite conformar el pensamiento. En ese sentido, los seres humanos utilizan actos de lenguaje de manera cotidiana para poder convivir con otros seres humanos.
La comunicación posee dos sistemas gramaticales independientes: oral y gestual. Cada una de estas formas de comunicación contiene elementos autónomos y combinaciones de signos diferentes, por lo que pueden ser complementarias entre sí. En la comunicación se distingue entre el contenido (lo que se dice) y la forma (la manera en la que se dice). Además, cada acto de comunicación contiene una intención, transmitida de un emisor (quien dice) hacia un receptor (quien recibe lo que se dice). El lenguaje permite, con una serie limitada de unidades gramaticales, formar un conjunto infinito de enunciados.