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Un truco cognitivo para resolver problemas creativamente
Muchos expertos argumentan que el pensamiento creativo requiere que las personas desafíen sus ideas preconcebidas y suposiciones acerca de cómo funciona el mundo.
¿Cómo podrías innovar si tu pensamiento está anclado al pasado?
El anclaje, en el que las personas resuelven problemas nuevos mediante la aplicación de decisiones que han tomado en problemas similares en el pasado, explica la irracionalidad de muchas decisiones económicas.
La forma de tomar decisiones mejores y más creativas es introducir una mayor racionalidad compensando o corrigiendo los sesgos.
Los sesgos cognitivos existen porque son herramientas efectivas de supervivencia
El sesgo de anclaje, por ejemplo, ayuda a las personas a responder al cambio más rápidamente.
Es posible que de vez en cuando las soluciones antiguas no funcionen, pero en su mayoría funcionan de forma evolutiva, y todos saben cómo poner en práctica las soluciones anteriores.
Definido de esta manera, el pensamiento creativo es claramente un proceso natural porque la mente naturalmente resuelve nuevos problemas a través de soluciones antiguas, gracias a los mecanismos sesgados y predictivos de nuestro cerebro
Cuando las personas piensan de manera intuitiva y no racional, los prejuicios cognitivos los llevan a tomar malas decisiones.
La mayoría de las personas informan que las ideas creativas surgen de forma inesperada, en lugar de conclusiones a la deliberación
El cerebro construye modelos del mundo sobre la base de experiencias pasadas, y predice nuevas experiencias, que posteriormente se confirman o corrigen, sobre la base de más conocimientos cognitivos o entrada experiencia.
Modificamos los modelos con información cognitiva o experiencia del problema actual para obtener soluciones prospectivas basadas en lo que hemos aplicado antes cuando enfrentamos problemas similares.
Finalmente establecemos una solución particular para el problema actual al referirnos a las circunstancias detalladas del problema.
Aunque el mecanismo de generación de soluciones del cerebro es intrínsecamente predictivo (aportando soluciones familiares a un problema dado), también puede abordar un problema intratable reinventando el problema en sí.
Una forma de desencadenar estas soluciones es imaginar formas de solucionar el problema en el que se encuentra imaginando que las circunstancias que bloquean su progreso se eliminan una por una.
Tu mente lanzará un nuevo conjunto de soluciones, una o más de las cuales pueden funcionar.
Al hacerlo, se logra que el cerebro proponga soluciones antiguas para los tipos de problemas que estas soluciones anteriores no han resuelto antes.
Si la solución que selecciona para la nueva versión del desafío es atípica para la versión original, ciertamente puede calificar como una solución creativa para la nueva.
Todo lo que tenemos que hacer para pensar creativamente, por lo tanto, es redefinir sistemáticamente un problema intratable hasta que se transforme en un problema que alguna solución antigua que ya tenemos pueda resolver.
Si la nueva versión del problema es una posible redefinición del mismo y la solución activada por la redefinición es muy diferente de las soluciones convencionales del problema original (anterior a la redefinición), entonces tenemos una innovación.
Y esto me lleva a una redefinición del problema del pensamiento creativo: no es un problema de cómo pensamos; es más un problema de quién está pensando, y en particular de lo que aportan de forma distintiva a este caso de su pasado.